imagesM26H506EUna persona de Madrid me preguntaba por las dificultades para entenderse entre ERC y CiU.  Hay que admitir que en las últimas semanas parecía que José María Aznar iba a tener razón cuando dijo a los españoles que no se preocupasen porque los catalanes ya “nos mataríamos”  entre nosotros. ¡Aún resultará que en esta España, que de forma reiterada parece no entender nada de lo que pasa en Cataluña, uno de los mejores conocedores de la realidad, la de verdad, es nada más ni nada menos que Don José María!

A la persona que me decía esto le contesté que se imaginara por un instante que la independencia de España se viera amenazada por quién fuera y que una especie de UCD/PSOE del sector más centrista, se tuviera que entender con una especie de IU/Podemos. Estoy seguro de que la conciencia de españolidad los aglutinaría frente al adversario común, pero no hay duda de que si tuvieran que presentarse juntos a unas elecciones, la confección del programa no sería fácil, si éste tuviera que contemplar algo más que la independencia de España de esta hipotética entidad represora.

Pues esto es lo que ha pasado en Cataluña. Los catalanes que salimos a manifestarnos durante los últimos años el día 11 de septiembre, estábamos unidos por la reivindicación del derecho a decidir nuestro futuro nacional y la mayoría de los presentes por la independencia de Cataluña respecto de España. Pero no estábamos obligados a sentarnos para acordar un programa político.

Personalmente suscribo la propuesta hecha por el Presidente Mas en la conferencia del pasado 25 de noviembre. No porque crea que el programa político, social y económico de los diferentes partidos no es importante en unas elecciones. Pero para mí esta convocatoria, más que unas elecciones, es la segunda vuelta de la consulta del 9 de noviembre. Dado que el Estado español nos prohíbe votar sobre nuestro futuro en un referéndum, se trata de decidir esto, y sólo esto, en unas elecciones plebiscitarias. Tal y como se han acabado planteando, para mí no lo son. O por lo menos no lo son de forma nítida y clara.

Lo que ahora escribiré, para muchos será muy inoportuno. Pero no por ello dejaré de hablar claro y expresar mi opinión tan respetable como opinable.

Desconozco si la mayor parte de los militantes -y aún menos de los votantes- de ERC comparten los puntos de vista de, por ejemplo, Joan Manuel Tresserras y tantos otros. Da la sensación de que el hecho de tener que compartir algo con CDC (ya no digo con CiU) les resulta un problema. Es como si el perfil de independentista homologable y homologado, podríamos decir de “pata negra” del independentismo, estuviera reservado a ERC o como mucho a la CUP y a otras personas o grupos que puedan acreditar la “superioridad moral de la izquierda”.

Bien, hasta hace pocos meses, pocos años quizás (ahora no tengo el dato a mano), la opción independentista en las encuestas representaba el 20 o 25% de la población. Ahora está en torno al 50% más o menos, según el momento, quién la hace y otras variables. Pero, más o menos, esta es la foto.

Esto hace que los independentistas de pura cepa se permitan hacer ascos a los recién llegados en general y, en especial, a los reconvertidos de CiU, cuando lo que hay que hacer es sumar todavía 200.000 o 300.000 votantes más para conseguir el objetivo. Lo primero que hay que decir es que en CDC (y también en UDC) ha habido desde el minuto cero independentistas tan de pura cepa como los de ERC. ¡Pero es que a continuación hay que añadir que bienvenidos sean los conversos, que la cosa no está para pasar la ISO de la pureza independentista!

Hablemos claro. El propio Presidente Mas ha evolucionado hacia la apuesta independentista en los últimos años. Lo reconoce él mismo. ¿Alguna objeción? ¿Qué problema hay? Si Zapatero te engaña sonriente y sin ruborizarse y Rajoy te cierra la puerta en las narices cuando vas a plantearle un esquema tipo concierto económico, ¿qué tienes que hacer? ¿Dónde está el problema? ¿Qué es lo que motiva el cuestionamiento?

El problema es que Mas es de Convergencia, el partido de Jordi Pujol y con esto ya es suficiente -los informes falsos elaborados por la policía y difundidos por el diario “El Mundo”, entre otros, van en esta dirección- para considerarlo miembro de una “casta” de sinvergüenzas, de corruptos que deben ser exterminados just in case.

No hay duda de que la corrupción que ha afectado (y, por desgracia, parece que aún afecta) transversalmente a todos los partidos políticos y sindicatos, y que hemos descubierto que se trata de un rasgo definitorio de la “modélica” transición española, se debe terminar. Si se demostrara que el Presidente Mas tiene las manos sucias tendría que pagar la pena que le correspondiera y desaparecer de la política. Y si se demostrara que lo esencial de Convergencia es un magma de corrupción, pues lo mismo. Por cierto, eso de “si se demostrara” también vale para Errejón, el ideólogo de Podemos y su famosa cátedra de Málaga. Dicho esto, tres precisiones:

  1. Ni todo es corrupción en Convergencia (ni en ningún partido), ni toda la obra de gobierno de Pujol se debe tirar a la basura. Como dice un compañero y amigo, sin la inmersión lingüística en la escuela, sin TV3 y los medios de la CCMA y sin los Mossos d’Esquadra, nunca se hubiera celebrado la “descafeinada” consulta del 9N. Tan descafeinada que ha motivado una querella por 4 supuestos delitos contra el Presidente de la Generalitat, la Vicepresidenta y la Consejera de Educación.
  2. Hoy en día, y mientras no se demuestre nada de lo que se insinúa, y aunque a muchos les pese, no hay nadie más adecuado que Artur Mas para pilotar la transición nacional hacia la independencia. Y no sólo para que pueda negociar en Bruselas y en otras capitales clave sin necesidad de intérprete.
  3. Aunque Mas y Convergencia desaparecieran del panorama político, en Cataluña seguiría existiendo un espacio político, digamos para entendernos “convergente”, sin el cual la independencia de Cataluña es inviable. No salen los números. Esta pandilla de comerciantes y tenderos, de catalanes presuntuosos con barretina que durante 23 años -pobres desgraciados- mantuvieron al corrupto Jordi Pujol en la presidencia de la Generalitat, son imprescindibles -y todavía nos faltan- para conseguir el objetivo.

Amigos de ERC, entiendo que la realidad sea dura de aceptar, en especial cuando los hechos censurables se mezclan con apriorismos. Pero éste es el país real. Que también incluye votantes de la CUP, de ICV-EUA, Ciudadanos, PP, PSOE y restos del PSC, así como Podemos, Adas Colaus y monjas Forcades multipoliédricos, y que ojalá pudieran sentirse representados por la CUP.

¡Sin embargo lo que pasa es que muchos de éstos no son independentistas. Incluso, en el caso de Podemos, que aparentemente reconocen todos los derechos y libertades, aún no se han pronunciado sobre si aceptan hasta las últimas consecuencias que Cataluña pueda decidir si es independiente o debe permanecer por fuerza ligada a España!

¡A mí se me ponen los pelos de punta cuando escucho que avanzar en los mejores modelos de gestión posibles en sanidad pública, como los que pueden desarrollar entidades como la Mútua de Terrassa o Sant Joan de Déu (porque su naturaleza de entidades privadas sin ánimo de lucro se lo permite) es apostar por la privatización! O cuando tengo que luchar día sí y día también para que el Consorcio MAR Parc de Salut de Barcelona no acabe asimilándose al peor modelo de gestión de la sanidad catalana, que es el del ICS.

Tenemos que luchar incluso contra decisiones del grupo parlamentario de CiU y del propio Departamento de Salud de la Generalitat que, condicionados por la precaria situación parlamentaria, legislan y gobiernan contra su propio programa político.

No obstante, a pesar de esto y de tantas otras discrepancias con diferentes partidos soberanistas, tengo claro que hay que sumar esfuerzos con el objetivo común de la independencia de Cataluña. ¡No seamos tan quisquillosos, ni hagamos tantos cálculos partidistas (todos) que al final nos estrellaremos!

La opción escogida de listas separadas, con unas municipales por delante en las que la lucha por las alcaldías de muchos pueblos y ciudades puede llevarles a duros enfrentamientos los unos con los otros, es peligrosa. Podemos acabar dando la razón a Aznar y que no sea necesario ni la caverna de Madrid, ni la Brunete mediática, ni la brigada Aranzadi para mantenernos sometidos y paralizados. Espero y confío en que no sea así.

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3 thoughts on “ESCRITO INOPORTUNO SOBRE EL ACUERDO CONVERGENCIA-ERC

  1. Josep Ma Via dice:

    “En los últimos años todos los cambios en nuestro país han pasado por la Puerta del Sol”. Tweet oficial de Podemos!!!
    No puc garantir la literalitat 100% de la frase, però si del 95%. L’he escoltat per la ràdio i l’he transcrit. La va piular una militant de Podemos catalana.
    Una prova més de que si el que estigués en joc en les properes eleccions fos un programa electoral convencional, a Catalunya no necessitem Podemos per a rés. La CUP ja cobreix aquest espai.
    El fet és que Podemos és un partit tant espanyol com el PP o el PSOE i per això la CUP, insisteixo, malauradament, ho tindrà difícil per atreure el vot d’aquest segment

  2. Josep Maria, et felicito per la teva anàlisi de la situació política a casa nostra, que gaire bé comparteixo fil per randa.
    És molt cansat haver-nos d’anar justificant a cada punt i moment davant dels suposats “guardians de les essències independentistes” d’ERC com si només ells en tinguessin l’exclusivitat.
    Potser caldria recordar-los, més sovint del que ho fem, que l’independentisme ha agafat volada ha partir de la incorporació plena de CDC en el moviment, i per tant sense CDC, o sense els CONVERGENTS no hi haurà independència. Mal que els pesi a molts d’ells.
    A la gent d’ERC els sobra petulància i supèrbia, i els falta molta memòria. per cent, qui va permetre fer President de la Generalitat un perdedor, José Montilla, que ara s’ha adherit a la plataforma unionista Societat Civil Catalana? Doncs això!

    1. josepmariavia dice:

      Hem d’acceptar la diversitat i sumar per aconseguir fer realitat l’objectiu compartit

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