Avanza el mes de mayo y la temperatura sigue siendo más baja de lo que -creo- correspondería. Quizás si mirara una serie histórica vería que no, y que el cambio climático ya nos tiene tan confundidos que hemos perdido el sentido de “la normalidad”. En la calle, la gente víctima de “la vida moderna”, particularmente de los smartphone y de Internet, y del “proceso” y de las respectivas manías personales, conviven, se ignoran, se odian y también se quieren, en un mundo extraño y enrarecido.
-¿Qué hace Marc?
-Los japoneses le han despedido. Ya sabes… ¡las multinacionales! Incluso siendo un alto directivo eres un número y un año de resultados no tan buenos -tampoco hace falta que sean catastróficos- puede con todo. Da igual que durante años hayas hecho unos resultados extraordinarios. Del mismo modo que es igual que seas una gran persona con valores sólidos que un hijo de…
-Ya. El EBITDA, ¿no?
-¡¡¡Sí!!! Lo demás son puñetas. Esto es la selva.
-Ahora me viene a la cabeza el mundo del deporte. Una mala temporada, si me apuras un mal partido, después de haberlo ganado todo, puede ser tan letal o más para un entrenador que un mal EBITDA para un directivo. La dimensión humana parece un recuerdo del pasado en este mundo competitivo dispuesto a destrozar el planeta para mejorar resultados, obsesionado por producir más y más, como si no hubiera límites.
-¿Cómo te va con Lali?
-¿Cómo quieres que me vaya? ¡¡¡Si está casada!!! ¡¡Esto no tiene ni pies ni cabeza!!
-¡¡¡Pero si tú eras un comunista progre y ateo, y predicabas el amor libre!!!
-Pues mira, me ha salido una hija de Ciudadanos, estoy enamorado de una casada con la que nos queremos a ratos y clandestinamente, y tengo un amor/desamor que no sé qué hacer con una convergente o del PDeCAT o de Juntos por no sé qué o como se llame. ¡Ya lo ves! Sí… juntos para no sé qué… Está bien.
-¿Y Marina?
-Vive en una nube. Quiere anillo de compromiso, casarse y tener un hijo. Aún cree que existen los príncipes azules. La vi hace poco después de 10 años. Ya tiene 40 o 41 y quizás está a punto de rebajar planteamientos. Pero yo creo que todo son excusas. Tiene más miedos que los que tenemos la mayoría, necesita tener todo controlado -sin darse cuenta de que no controla nada- y con los tíos que le gustan, potentes y que pisan fuerte, no se atreve, y con los que se atreve, no le gustan porque le parecen “poca cosa”. Se refugia en el trabajo y no para de estudiar carreras, y así está ocupada y puede mitigar la sensibilidad y los sentimientos con la racionalidad y el conocimiento. ¡Ah! Y no entiende que con el currículum que tiene no encuentre el trabajo que quisiera: su híper racionalidad hace que confunda el mundo que imagina con el real. Su rigidez mental le impide aceptar lógicas distintas de las suyas y… no avanza mucho en nada. No entiende que con el currículum que tiene no encuentre el trabajo que quisiera y no se da cuenta de que el problema es ella y de que no lo resolverá con carreras y másters.
-¡Coño! ¡¡¡Pareces un psiquiatra o un brujo que todo lo sabe!!!
-Yo no sé nada. Es lo que me parece. Quizá me equivoque con todo. Además, ¿quién puede decir a quién que se equivoca o no?
-No paras de preguntar. ¿Y tú qué?
-¿Yo? Estoy cansado de casi todo. ¿No crees que la sociedad está enferma? Nos estamos cargando el planeta con gran indiferencia colectiva. Ni pensamos en las facturas de todo tipo que dejaremos a nuestros hijos. La gente está de mala leche. Basta con que observes la agresividad de los conductores. Poca gente piensa en los demás. ¿Y la política? ¿Y la democracia? ¿Y las libertades? ¿Y Trump, Putin o Maduro? O en Rivera mismo… ¿De verdad que todo vale? ¿Y crees de verdad que la gente, si acaba votando mayoritariamente a Ciudadanos no sabe lo que vota? ¿No es un ejemplo más de desafección hacia los principios humanos más básicos?… ¿Y la soledad? Cuánta gente vive sola con riesgo de aislamiento y cuánta está más sola que la una a pesar de vivir acompañada y rodeada de personas con las que no se comunica o si lo hace es de forma superficial y mecánicamente. Sin alma, sin poner sentimiento… ¿No estás cansado de las noticias? ¿Conoces alguna tortura que esté más presente en todo momento que las llamadas “noticias”? ¡La puta actualidad! ¡Están locos! Son crónicas de sucesos. ¿Recuerdas “El Caso”? Era mejor que las noticias de hoy en día. Por no hablar de las tertulias y los tertulianos: ¡Qué gente! ¡Qué osadía! ¡Qué poca vergüenza!
-¡¡¡Para, para!!! ¡Calma, chico! ¿Nos suicidamos ahora mismo o tomamos una cerveza primero? Mira lo que he recibido. Un e-mail de estos que te llegan y que no sabes qué ni quién está detrás. Dice así:
“Cesad de extrañaros y de quejaros del mal comportamiento de los humanos. De una vez por todas, sabed que son capaces de lo mejor, y desgraciadamente también de lo peor. Tomad la decisión de no ocuparos más de sus defectos, de sus errores, porque esto no hace más que desencadenar en vosotros reacciones negativas. Y dado que existe una correspondencia entre aquello de lo que nos preocupamos y el estado en que nos sentimos después, si sois tan sensibles a las malas acciones de los demás, seréis invadidos por sentimientos hostiles: la cólera, la agresividad, el rencor, etc. Y un día incluso vuestro rostro reflejará todos estos sentimientos negativos que habréis alimentado. Las personas inteligentes no hacen depender su estado interior del comportamiento de los demás. Diréis que la cólera y la indignación están a menudo justificadas. Sí, sin duda, pero sabed que ni vuestra rabia ni vuestra indignación harán cambiar a la gente”.
-Está bien. Quien esto dice tiene razón y es muy sabio. ¿Pero cómo se hace esto? El otro día en una sesión de trabajo sobre el final de la vida discutíamos sobre un hecho paradójico: pocas, probablemente ninguna, profesiones como las sanitarias -médicos, enfermeras, otros profesionales de la salud- tendrán que hacer frente con tanta frecuencia al final de la vida de las personas y a su muerte. Pues bien, ninguna de las respectivas carreras contempla este hecho. Los planes de estudios, generalmente, no incorporan contenidos formativos al respecto. En el debate surgió la cuestión relativa a hasta qué punto se puede aprender a acompañar adecuadamente las personas en el final de vida y ayudar a bien morir, o bien este saber hacer, saber estar, son innatos. Como ocurre con casi todo, la conclusión es que hay personas mejor dotadas que otras para ello como para cualquier otra cosa y que, en base a las aptitudes personales, la formación ayuda a mejorar. Supongo que a la hora de afrontar la propia vida es lo mismo. Tenemos las habilidades innatas que tenemos y siempre podemos mejorar… ¡Es decir, que sí, lo que dice este sabio no es fácil pero merecería la pena entrenarse un poco!
¡Por fin un día primaveral de los que ya parecen querer dar paso al verano! ¡Cómo cambia de color el mismo mar según la luminosidad! Me quedo un rato absorto mirando cómo los pinos de color verde intenso, dan paso a los olivos de hojas plateadas y al fondo, detrás de toda la vegetación, una punta de tierra que se adentra en un mar de color plata. Al final de todo del brazo de tierra, un faro que cansado de trabajar toda la noche, ahora descansa tomando el sol.
Decido buscar una emisora de música clásica para redondear el momento y, mientras busco, momentáneamente aparece una voz que explica que el Estado ve como una “provocación” que el Govern esté formado por consejeros exiliados y presos políticos. Pienso: “¿Ves? Lo que otros llaman huidos de la Justicia y políticos presos”… ¡Bueno, el día continúa, sin embargo, siendo radiante!
Cojo la bicicleta con la idea de llegar a la playa. El sol se deja sentir. El campo está precioso y hasta que no llego al pueblo no me cruzo a nadie por el camino. Me paro a tomar un café en la pastelería. Abro inadvertidamente un periódico que hay encima de la mesa. Leo lo siguiente: “Parapetarse detrás de la ley solo conduce a cambiarla para hacerla más represiva contra aquellos a quienes no se quiere reconocer sino combatir”… “todo el mundo tiene en la cabeza cosas que son morales y son ilegales y otras que son inmorales y son legales”.
La camarera es amable, simpática y empática. Se la ve disfrutar haciendo su trabajo. Trata a la clientela con cordialidad y es delicada. “Mercè, ¿le gustaron las lionesas que se llevó el domingo?”. Seguramente no sabe que el clérigo chií Muqtada al Sadr ha ganado las legislativas en Irak y deberá formar gobierno. Como Quim Torra… Tampoco parece que ni lo uno ni lo otro le tengan que afectar mucho. Ella seguirá atendiendo gustosamente a los clientes, pendiente de que todo esté a su gusto y esforzándose para hacerlos felices.
Retomo el camino y recuerdo que cuando llegué ayer a casa me sorprendió la cantidad de insectos que había. Nadia debía abrir todo para ventilar y luego, como no soporta matar ni a los mosquitos, debía decidir no tirar insecticida. Esta chica, callada y tímida, es curiosa. En el despacho de la casa tengo un juego de ajedrez con las fichas colocadas en el tablero. Cada una en su sitio. Un día me di cuenta de que el peón blanco de delante de la reina había avanzado dos cuadros. Moví pieza y la semana siguiente vi que las blancas habían continuado la partida. Nadia venía cada semana a limpiar y continuaba la partida. Al cabo de unos meses me hizo jaque mate… ¡Pensé que alguien que no era capaz de matar ni a un mosquito, no había tenido problemas para matar a un rey!
Termino este post el día que la Iglesia celebra Pentecostés, el día de la Pascua Granada, 50 días después de la Pascua de Resurrección. El Espíritu Santo llegó y en forma de lenguas de fuego que todo lo purificaban se posó sobre la cabeza de los discípulos que, de repente, se pusieron a predicar en su lengua y la multitud presente que hablaba diferente lenguas, todos los entendían en la suya propia. ¿Os imagináis que de repente los catalanes fuéramos por el mundo hablando catalán y los alemanes nos entendieran en alemán, los ingleses en inglés y los chinos en chino? Supongo que los únicos que no nos entenderían serían los españoles. ¡Probablemente ni con la intercesión del Espíritu Santo! Más valdrá que el Espíritu Santo nos regenere, que nos ayude a saber interpretar nuestro rol propio y diferente sin hacer caso de los comportamiento que nos irritan como recomendaba el sabio citado unos párrafos más arriba y que nos una en lo bueno que podamos tener los humanos. Al fin y al cabo estas son sus funciones: regenerar, diferenciar para que la fe cuaje en hombres de todo tipo y reagrupar los espíritus de la comunidad…
Para bueno, en el sentido de bondad y de jugador de fútbol buenísimo, Andrés Iniesta. Mientras termino este post, Iniesta juega sus últimos minutos como estrella indiscutible del Barça. Después de 22 años deja el club de su vida y de la de tantos: el Barça. Stamford Bridge, aquel gol que terminó valiendo una Champions… Tantos recuerdos. Pero por encima de todo, predomina el recuerdo de una persona humilde, ejemplar y, sí, así lo creo, sabia. De aquellas de las que se puede aprender mucho. Un chico sencillo al que la fama no lo ha perturbado…
Si no me hubiera quedado en este rincón del mundo a resguardo del ruido excesivo que todavía me molesta -ni he conseguido vivir como acertadamente recomienda el sabio al margen de los errores y defectos de los demás, ni he estado lo suficientemente atento al fuego del espíritu Santo-, habría ido a mi localidad del Camp Nou y seguro que me hubiera emocionado despidiendo como se merece al gran Andrés, todo un ejemplo de cómo vivir aportando valor añadido. Todo empieza y todo acaba en esta vida. Y todo vuelve a empezar. Entretanto, la luna va creciendo, siguiendo su ciclo de apariencia infinita de apariciones y desapariciones…
Josep Maria,
Molt encertades paraules “Cesad de extrañaros y de quejaros del mal comportamiento de los humanos …” Però, tal com tu has dit, no sempre fàcils de practicar. En el fons no som més que simis lleugerament més evolucionats, no hauria de sorprendre el nostre comportament tan poc racional. El que passa és que, al mateix temps tenim, no sé si una flama, però sí una espurna d’Esperit que ens projecta cap a un esdevenir humà més ample, que la realitat, tossuda, ens vol fer oblidar.
Lluitar, fer front, a la realitat que massa sovint és deshumanitzador i fer-ho serenament és el repte. La temptació d’esquivar-la ésa alta. Ser víctima de la mateixa, és fàcil i encara és pitjor… Cal no perdre de vista aquesta visió més ample que comentes.