IMG_3407Hace pocos días, un joven bien preparado y con ganas de trabajar y de prosperar, me decía: “No veo posibilidades de crecimiento profesional en nuestro país. Yo me tengo que considerar afortunado por tener un buen trabajo, en relación a lo que hay. Pero no visualizo un plan de carrera, de crecimiento profesional. Te dan más trabajo y más responsabilidad, pero sin mejorar posiciones en la estructura ni el salario. Y esto es bastante generalizado. Probablemente iré a trabajar fuera”.

Esto lo dice un chico con trabajo. Imaginemos lo que nos diría un joven parado o un “nini”…

La semana pasada asistí a la Reunión del Círculo de Economía que, desde hace 32 años, se celebra en Sitges y sobre la que ya he escrito en este blog en ediciones anteriores (ver posts del 02/06/2015, 03/06/2014 y 06/06/2013).

El desfile de políticos fue completo. Y nada de lo que exhibieron genera esperanza en cuanto al futuro de los jóvenes y de los no tan jóvenes. Alguien se sorprendía del “vasallaje” de empresarios y directivos frente a unos políticos que, incapaces de ponerse de acuerdo para interpretar el mandato de las urnas y formar gobierno, no aportaron prácticamente ningún elemento que hiciera pensar que, en caso de un resultado electoral similar el 26 de junio, la reacción podría ser diferente. No debe sorprender, sin embargo, la actitud empresarial. Nunca ha sido de confrontación. Probablemente, escuchándolos, más de uno pensaba: “En mi empresa ya le hubiéramos despedido”. Si alguien es incapaz de hacer su trabajo, en este caso formar gobierno, merece “ser despedido”. Muchos lo pensaron probablemente, pero, obviamente, no lo dijeron. Business as usual.

El Presidente del Círculo, Antón Costas, les preguntó a todos, con mesura y educadamente, si no creían que “los españoles tenemos derecho a tener un gobierno”. Todos decían que sí expresando o dejando entender una especie de “si dependiera de mí ya lo tendríamos…”. Ninguno de ellos, sin embargo, pidió disculpas por el hecho de que por su incapacidad y/o frivolidad, se tengan que repetir las elecciones.

Seguramente hubiera apetecido decirles: “Ustedes han fracasado todos, los de la vieja y los de la -supuestamente- nueva política. ¿No sienten vergüenza del espectáculo que nos han proporcionado y de las consecuencias nefastas del mismo?“. Para mí, la pregunta del gallego Costas era una forma sutil y refinada de expresar algo parecido, por más que alguien opine que denota “vasallaje”.

Pero no parece que nada haya cambiado. Mariano Rajoy fue -curiosamente- muy claro diciendo: “El 27 de junio haré exactamente lo mismo que hice el 21 de diciembre”. Podría analizar los planteamientos esperpénticos de un Pablo Iglesias que ni parece sincero, ni consistente. Camaleónico como es, vino disfrazado con “piel de cordero”, lo que no impidió que dijera disparates. En fin, Colau intentando seducir a los “representantes del capitalismo”, Sánchez menos flojo que el año pasado, Rivera exhibiendo dotes de gran comunicador y orador convincente, y Puigdemont y Junqueras manteniendo el pulso sobre el aumento o no del tramo autonómico del IRPF…

Al joven que se inquietaba por su futuro, le recomendé que se fuera a algún país donde le reconocieran su esfuerzo por haberse preparado bien y su capacidad, y donde pudiera crecer profesionalmente.

Antes de continuar, necesito exponer que, como ya he escrito reiteradamente, el modelo capitalista basado en el crecimiento infinito -y todos los efectos indeseables que conlleva, hasta poner en riesgo el planeta- y el consumo, está agotado. El problema es que sabemos lo que no funciona, pero no está claro y/o no hay consenso sobre las alternativas.

También he de decir antes de seguir que hace tiempo que obvio todo lo que puedo “la actualidad”. Lo pongo entre comillas porque me evoca una mezcla de crónica de sucesos y de esperpento sin cesar. A la Reunión del Círculo en Sitges fui más por obligación profesional que por devoción.

A partir de aquí no haría falta seguir. Pero permitidme que complete la visión desde la ortodoxia del sistema, para concluir que todo el mundo está afectado por la enfermedad del capitalismo no regenerado, y que la recomendación de probar suerte en otros países, hay que enmarcarla en un contexto formal, y entenderla como un mal menor respecto a intentar realizarse como joven profesional en España, un ente extraño en el que gobernantes y empresarios consideran que a pesar de que paro es del 21% y el paro juvenil del 50%, se puede hablar de que la crisis ya es historia y nos estamos recuperando.

En Europa, el tipo de interés es negativo, hay riesgo de deflación, la banca está significativamente tocada -y esto, a pesar del dinero de todos nosotros que se ha destinado para salvarla-, inquieta la posibilidad de que el Reino Unido abandone la UE… Entretanto Alemania, esta vez sí -la tercera-, está ganando la guerra. A diferencia de las de 1914 y de 1940, el conflicto no es militar. Pero Alemania, que vive muy mal “el carácter mediterráneo”, en lugar de invertir y arrastrar a la UE hacia el crecimiento -que podría- gobierna “militarmente” a base de dirigir la agenda europea, imponiendo políticas de austeridad. Como dice Andreu Mas-Colell, menos mal que Mario Draghi, con su política monetaria contrarresta -hasta cierto punto- la “tiranía” (esto lo digo yo), alemana. ¿Hasta cuándo?

Con China incrementando la producción y destinándola hacia el mercado interno, los problemas de Oriente Medio, de Brasil y de Rusia, todo ello impacta negativamente sobre el comercio y la economía. Los Estados Unidos, donde la recuperación sí que es un hecho (con un paro del 5%, se puede hablar casi de paro técnico y pleno empleo), amenaza la figura de Donald Trump… ¿Cuál sería el impacto de una victoria de este peculiar personaje sobre los mercados financieros?

Todo esto y cosas quizás esperanzadoras, tal vez inquietantes, como el impacto de la digitalización y la robotización en la economía y en especial en la oferta laboral y la estructura del mercado de trabajo, se discutió en Sitges la semana pasada.

Mientras escribo, me entero de que quien fue Consejero Delegado de la aseguradora Zurich hasta el pasado diciembre (los accionistas indignados con los malos resultados del ejercicio lo expulsaron), se ha suicidado, como se suicidó hace 3 años el Director Financiero de la compañía. La profunda crisis de este grupo asegurador es conocida… ¿Qué es todo esto?

Al final de uno de estos días de estancia en Sitges, me quité la corbata, me puse cómodo y fui a pasear un rato por la playa. Me reconfortó pensar que a pesar de todo, la playa seguía allí. Quizás con un mar hipercontaminado y una arena poco saludable (no lo sé). Pero al menos todavía estaban allí. Sentí en lo más íntimo de mí mismo que hacía muy bien ignorando “la actualidad”. El ruido constante que viene del exterior, si no estás mentalizado -y siempre que el propio nivel de ruido interior no haya ya minimizado las posibilidades de vivir humanamente-, te arrastra hacia una espiral loca que presenta la vida como un gran teatro del absurdo. Este ruido se debe filtrar y se debe dosificar. El rosario de sandeces y horrores que disparan cada día los Media, lo hace difícil. No se trata de ignorar lo que pasa. Si seguimos siendo incapaces de detener el drama de los refugiados sirios, no lo debemos ignorar. Pero como la mayoría de nosotros, ni tendremos poder para incidir en las decisiones que les afectan, ni iremos sobre el terreno a hacer de voluntarios, tenemos la obligación de buscar espacios de paz, de reflexión y de favorecimiento de la acción empática, positiva, comprometida y cordial en los entornos más inmediatos.

Abrumado por políticos, expertos financieros, especialistas en futuros del tipo “Guerra de las Galaxias”… escuchar el chasquido de las olas contra la arena de la playa, es mucho más reconfortante y trascendente de lo que ya es habitualmente.

Quisiera ver aparecer una barca y encontrar un pescador, de estos de mirada serena y alma pacificada que, sin estudios, como aquellos agricultores que no habían salido nunca de su tierra, no necesitan viajar, ni tampoco conocer ni escuchar a los protagonistas del “otro Sitges”, para llegar al fondo de los interrogantes vitales, con sabiduría natural, y captar con acierto lo que realmente es importante para el hombre y para la vida. Personas que sin contacto con grandes maestros, ni acceso al conocimiento reglado, han sabido aprender de la tierra y del mar, de la naturaleza de los hombres, gracias a su actitud al relacionarse. Pastores que no se pierden nunca por la montaña. Pescadores que no necesitan aparatos de navegación para hacer lo que tienen que hacer. Hombres que saben transitar por los caminos del alma. Que saben conectar con lo que hace que los humanos merezcamos (o no) este calificativo. El tópico está muy utilizado, pero estoy hablando de la escuela de la vida. Capacidad de aportar valor a las verdaderas preocupaciones del hombre, con palabras llanas, con lenguaje de la calle. ¡¡¡Qué contraste con vivir locamente “conectado a la actualidad”!!!

Se puede soñar con los pies en el suelo. Se puede mantener una actitud aparentemente marginal, sin dejar de ser consciente de que la actualidad es una visión de la realidad deformada por los Media y por las nuevas tecnologías. No hace falta necesariamente ser rebelde. Personalmente considero que basta con resistir. Me resisto, valga la redundancia, a ser resiliente. Las palabras de moda me ponen nervioso. Quizá no hay tanta heroicidad. Quizá basta viviendo en parte al margen. O en los pequeños márgenes menos contaminados de este mundo, afrontando las contrariedades y tratando de aportar.

Se puede actuar desde los márgenes con convicción, porque desde la posición del marginal que trata de no perder el norte, de no perder el sentido profundo de la vida, actuar aporta, suma. La visión desde el margen, incorpora un punto de distancia que le da mucho valor.

Personalmente me puedo identificar con un resistente, en positivo. Ahora bien, resiliente, resiliente… No me siento tan héroe. Me basta con luchar para que el ruido infernal de la actualidad no me desconecte de lo que formalmente se considera marginal y que para mí es lo que realmente da sentido a la vida.

sitges-turismo-slide-3Chico, vete, emigra a un país donde tengas las oportunidades de crecimiento profesional que aquí no encuentras. Lucha por salir adelante y ten una comprensión formal de “la actualidad”. Sitúate adecuadamente en el mundo competitivo que, sea donde sea del planeta, se verá afectado por las cosas que dicen estos speakers del Círculo de Economía. Pero en el lugar donde estés, busca una playa tranquila, un parque verde y agradable, una montaña, nevada o no, en el horizonte, un espacio recogido y ajeno al ruido y a “la actualidad”. Tan contrastado y marginal respecto tu día a día, como esta playa de Sitges lo pueda ser en relación a lo que ocurre en ese hotel donde todos estos señores describen su mundo. Si un día consigues que estos márgenes no contaminados y pacíficos te acompañen siempre y en todo momento, querrá decir que los habrás descubierto dentro de ti y quizá entonces sentirás que aquellas motivaciones que te llevaron a irte de tu país, no son las más determinantes para tu condición de ser humano.

 Pero ahora marcharte y progresa. Todo llegarà a su debido tiempo…

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4 thoughts on “DOS CARAS DE SITGES

  1. Felicitats Josep Mª l’has brodat.
    A mi també m’agrada somiar amb els peus a terra…
    Francament magnífic.

    1. josepmariavia dice:

      Moltes gràcies Muntsa!!!

  2. Decepcionant-realista presentació global en la teva primera part de l’escrit. Malauradament i, sense tenir la teva formació ni coneixements, crec que tens raó.
    La segona part, admirable!, no em canso de rellegir-la, incomentable: Sí, “es pot somiar tocant de peus a terra …Es pot actuar des dels marges amb convicció, perquè des de la posició del marginal que mira de no perdre el nord, de no perdre el sentit profund de la vida, actuar aporta, suma. La visió des del marge, incorpora un punt de distància que li dóna molt valor.
    Personalment em puc identificar amb un resistent, en positiu. Ara bé, resilient, resilient… No em sento tan heroi. En tinc prou amb lluitar perquè el soroll infernal de l’actualitat no em desconnecti del que formalment es considera marginal i que per a mi és el que realment dóna sentit a la vida”

    1. josepmariavia dice:

      Gràcies pel teu comentari Guillermo. Encara sota l’impacte positiu del magnífic “espai marginal” de dissabte passat.

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