En breve continuaremos viendo “Mundos superpuestos“. Entretanto un intermezzo ciertamente pertinente para comprender mejor las vidas de Abraham J. Steinberg
Dice así:
“Alguien afirma con orgullo: «Yo, tengo convicciones y nunca las abandonaré, las defenderé hasta el final.» Y en efecto, lucha encarnizadamente contra los que no comparten su misma opinión. No se puede reprochar a la gente que tenga convicciones, pero deberían preguntarse a veces si son válidas y si no ganaría más revisándolas. Desde el punto de vista de la sabiduría, la actitud de ciertos hombres y mujeres de convicciones es más bien orgullo, tozudez o tontería, y las consecuencias pueden ser terribles: el fanatismo, la crueldad.
La convicción no es necesariamente una justificación, no impide a nadie cometer los peores errores: el hecho de estar convencido no supone que una opinión errónea sea una verdad. «Pero entonces, diréis, ¿cómo saber lo que valen nuestras convicciones?» Si ellas os hacen mejores, es decir más lúcidos, más pacientes, más generosos, más abiertos a los demás, conservadlas. Pero si este no es el caso, no tenéis de qué enorgulleceros: tratad de revisarlas severamente.”
Omraam Mikhaël Aïvanhov
M’ha encantat l’intermezzo. Quasi que erà millor tenir opinions que conviccions. Aparentment menys sol.lides pero potser més vàlides.
ESpero la continuacio dels mons.
Una abraçada
Adriana Casals
Moltes gràcies Adriana. No és dolent tenir conviccions, però open mind i sobretot desterrar el “sostenella i no enmendalla”!!!
Josep Maria,
Tinc un principi fonamental: la coherència entre les meves conviccions i la meva existència. Dins d’aquestes conviccions hi ha una particularment important: la possibilitat d’estar equivocat i, en conseqüència, necessitar una constant auto crítica. Com la majoria d’aspecctes de la vida és una qüestió d’equilibri.
Guillermo, ens estimules a ser tolerants, rectificar i no oblidar la necessitat de “open mind”.