ACTITUDES ANTE LA CRISIS

Booyeembara Park Perth, Australia
Autor. J.J. Harrison

Hablar de optimismo en plena crisis puede provocar  sensación de artificio para animar a la gente.

En algún post anterior ya me referí a que la crisis central, la de base, es de valores. La crisis económica y otras -como la que se provoca entre la gente al tomar conciencia que la corrupción está más extendida de lo que durante años a algunos les ha podido parecer-, así como el ruido mediático que provocan, pueden tapar otras realidades. A pesar de todo, la vida continúa y hay gente que no desfallece, sigue trabajando y aislándose tanto como pueden del “mantra” destructivo que no paramos de repetir en nuestras conversaciones; están poniendo los cimientos para salir de la situación. Y hay en todos los ámbitos y sectores de la sociedad. Hoy me centro en unos ejemplos del mundo empresarial.

Reproduzco un intercambio de correos con dos excelentes empresarios de este país, anónimos y que como tantos propietarios de PYMES , no sin dificultades, plantan cara cada día al pesimismo y a los horrores que no paran de replicar viralmente los medios y que representan una pequeña muestra de aquellos que nos ayudarán a todos a mejorar las condiciones actuales.

Al primero de ellos le pregunté lo siguiente:

“¿Tienes referencias ‘optimistas/realistas’ tuyas o de otros, sobre la crisis/economía?”

Y me contestó lo siguiente:

“La referencia en la que me baso para ser optimista (a parte de mi tendencia natural a ir contracorriente) es la sensación (avalada por la contratación) que me transmiten mis comerciales (tengo 25) cada vez que visitan clientes (de sectores muy diversos). Así como meses atrás todo el mundo se quejaba de falta de trabajo, ahora lloran más por la financiación  (que creo que se resolverá pronto) y/o la morosidad. Pero hay trabajo, y para mí esto es la base de la recuperación.

La publicidad, que es de lo que vive mi empresa, es altamente elástica en relación a la coyuntura: cuando la economía crece la publicidad crece mucho más y a la inversa cuando hay recesión (así están la mayoría de medios).

Nosotros estamos notando una clara recuperación, aunque en nuestro caso se ve favorecida por el avance en  cuota de mercado que estamos teniendo desde que empezó la crisis. Con todo, la sensación es de clara mejoría.

No obstante, esto mismo sucedió a principios de 2011 y después la recuperación se truncó, prudencia, pues. En cualquier caso, yo soy optimista y he decidido hacerme militante”.

Decidí trasladar este diálogo a otro emprendedor, un gran emprendedor que siendo la segunda generación de una empresa constituida en 1953, sigue ampliando y expansionando e internacionalizando su negocio.

Su comentario sobre el diálogo anterior fue el siguiente:

“Suerte que en Perú no hay crisis y no tenemos que esperarnos (a que las cosas aquí mejoren)”.

Es decir, no paremos. No seamos pasivos. ¡Basta de quejarse! Aquí las cosas mejoran y mejorarán más. Pero no debemos esperar sentados en una silla.  ¡¡¡ACCIÓN!!!

Este empresario ya hace cosas aquí, pero no se para y apuesta por la internacionalización.

Termino con un comentario de otro profesional, en este caso del sector financiero -sí, en el sector financiero TAMBIÉN hay personas serias y que actúan con rigor profesional- que asegura que el grifo del crédito está a punto de abrirse y, al menos en referencia a la entidad que más conoce, el 85% del crédito se destinará a las PYMES y el resto a las personas individuales.

Por suerte este país, en el que todo está vivo, hay quien silenciosamente y sin exhibirse ni dejándose impresionar por el alud de negatividad que domina el entorno, trabaja para sacarlo adelante.