Para su interés, reproduzco el artículo de Helena Ris, directora general de La Unió, sobre el modelo sanitario catalán y la colaboración entre los sectores público y privado.
Helena Ris i Romeu, directora general
06 de febrer de 2014
A raíz de la reciente paralización de la externalización de los hospitales de Madrid, ha vuelto a aparecer el “fantasma” de la privatización. Quiero recordar que, en el resto de España, existe sólo un modelo público o un modelo privado. No hay un modelo de colaboración público- privada como el catalán, que forma parte del ADN de nuestro sistema y que constituye un rasgo diferencial.
Iglesia, mutuas, fundaciones, mundo local y entidades privadas han configurado una red diversificada que trabaja a nivel de territorio con una inequívoca vocación de servicio público. Esta larga historia se concretó con la Ley de Ordenación Sanitaria de Cataluña (LOSC) de 1990, la cual, más en su espíritu que en su texto, consolida un modelo sanitario basado en la separación de funciones.
La Administración planifica, financia, compra y evalúa, mientras que las entidades proveedoras, que deben actuar con plena autonomía de gestión, se orientan a resultados de calidad y eficiencia en el sistema público. ¿Esto es privatizar? Rotundamente no. Esto es buscar un modelo de gestión empresarial que utilice los medios más eficaces para lograr el mejor servicio público.
Este modelo, que ha supuesto una modernización de la gobernanza y de la gestión del sistema sanitario, no se ha producido en otras comunidades autónomas de manera significativa y, por tanto, no es comparable.
Quiero hacer hincapié en que este modelo, además, tiene unos buenos resultados de salud y de satisfacción de los ciudadanos, tal y como se confirma año tras año a través del Plan de encuestas de satisfacción PLAENSA, el Barómetro Sanitario o la Central de Resultados, instrumento de rendición de cuentas y benchmarking pionero en el estado.
También me gustaría hacer referencia al estudio “Evaluación de los Resultados según modelos de gestión”, de 2012, elaborado por IASIST. En este documento se comparan dos grupos: hospitales generales de gestión directa administrativa (titularidad pública) con trabajadores en régimen estatutario y otros de fórmula jurídica diversa (públicos y privados), con personal laboral. En el segundo caso, los indicadores de calidad, adecuación, eficiencia hospitalaria y económica presentan mejores resultados.
Por lo tanto, nuestro modelo de colaboración público-privada es un modelo de éxito, aunque hay que profundizar más en su sostenibilidad, como ya recomendábamos en nuestro informe “Repensando el modelo sanitario catalán”, del 2011.
Por último, quiero recordar que en La Unió siempre hemos defendido un sistema de salud de financiación pública complementado por un sistema de financiación privada que responde a la fuerte tradición mutual de nuestro país.